HISTORIA DE UNA RUTINA

Voy a contarte una historia, la historia de lo que se siente al darse cuenta de que una persona a la que admiras y has cogido cierto cariño, no se acuerda de ti... Al recordar que antes, aún sin saber tu nombre ni quién eras, te saludaba como a nadie, como si supiera tanto de ti como para decírtelo todo con una sonrisa. y que, sin embargo, ahora, si se da la casualidad improbable, te saluda como a todos, casi sin mirarte. Quizá eso sea lo malo de que nunca haya llegado a nombrarte, quizá esa relación, igual que empezó por rutina, pueda volver a retomarse como antes, quizá... Lo peor e increíble, es que ese desgaste por falta de hábito te duela en silencio, sabiendo que para cualquiera sería una enorme y absurda tontería, porque no tienen la patética manía de encariñarse con todo el mundo por una efímera sonrisa, seguramente por compromiso...

5 comentarios:

  1. Nunca hay uno sin dos, o tres o más ......animo..

    ResponderEliminar
  2. Eres un alma sensible. Es bello sentir intensamente aunque esos sentimientos sean de dolor. Un día, probable y desgraciadamente, habrás aprendido a sentir con menos intensidad y habrá cosas que no te afectarán tanto. Niña, disfruta de seguir siendo un alma pura, aunque sufras, es parte de tu belleza y de la intensidad del vivir. Perdónanos a los que te conocemos y hace tiempo que de ti no nos acordamos, al leer esto me viene tu recuerdo y créeme, se me escapa esa sonrisa que hoy alguien ya no te regala. Judit

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se ni qué decir... La verdad que me ha emocionado leer todo esto que has escrito... Mil millones de gracias!!

      Eliminar
  3. Helva hace mucho que no te veo pero se que te seguiré viendo con la misma cara. Espero que seas feliz y que triunfes en la vida

    ResponderEliminar